martes, 28 de mayo de 2013

ALIMENTOS QUE VAN DIRECTO AL CEREBRO


Alimentos que van directo al  cerebro


Parece que algunos alimentos, como los fritos, van directos a los muslos, a los glúteos y a la barriga. 


Pero otros van directos al cerebro y mejoran las habilidades intelectuales: mejor memoria, mayor capacidad de concentración, más agilidad mental, mayor facilitad para tomar decisiones…


Alimentos para la mente

En lugar de confiar en las declaraciones de los 104 participantes (hombres y mujeres de una media de 87 años), que siempre crea inexactitudes, los investigadores procedieron a realizarles análisis de sangre, cuyos resultados orientaban sobre los alimentos que habían consumido. 

A continuación, los investigadores realizaron a los participantes un escáner cerebral para detectar posibles diferencias estructurales en el cerebro relacionadas con su dieta. Después les propusieron doce ejercicios para examinar sus facultades intelectuales. Un ejercicio ponía a prueba su memoria, pidiéndoles que memorizan un párrafo. Otros ejercicios medían su capacidad para tomar decisiones, organizarse y adaptarse, solicitándoles que relacionasen cifras con letras siguiendo un orden concreto, con la mayor rapidez posible.

Éstos fueron los resultados del estudio:

Lo que ayuda al cerebro: una gran concentración de vitaminas B, C, D y E y de ácidos grasos omega-3 en la sangre está asociada con una mejor capacidad para decidir, organizarse, concentrarse y orientarse en el espacio. Además, los participantes con mejor memoria tenían los niveles más altos de colesterol HDL (buen colesterol, del inglés “High density lipoprotein”), así como de los antioxidantes luteína y zeaxantina.


Lo que perjudica al cerebro: por otro lado, los participantes con el índice más elevado de ácidos grasos trans en sangre se mostraban más confusos que el resto y tenían un cerebro más pequeño.

Los ácidos grasos saturados (carne, lácteos...) perjudican al cerebro

Pero no basta con evitar las grasas hidrogenadas (o grasas trans). Las grasas saturadas simples, omnipresentes en la alimentación moderna (lácteos, carnes, embutidos...) también dañan las funciones intelectuales.


  • Dar prioridad a las verduras ricas en vitaminas y antioxidantes: las espinacas, el brócoli, el calabacín y en general todas las verduras de colores vivos, los alimentos ricos en omega-3 como las semillas de lino (que se deben moler antes de consumir, o de lo contrario la mayor parte no se digieren), las nueces, el salmón y los huevos enriquecidos con omega-3. También es muy interesante por sus propiedades la verdolaga, una verdura que en algunos lugares se considera maleza, pero que se consume mucho (tanto cruda como cocinada) en algunos lugares de Europa, Asia y Mexico.
  • Comer menos grasas saturadas (carne y lácteos) y grasas trans (presentes en los aceites hidrogenados).
  • Comer más grasas monoinsaturadas (aceite de oliva y aguacates).


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